Es común escuchar, no sólo el día del padre sino constantemente, la frase de: “ella es madre y padre a la vez”. Quizá, como muchas otras frases, se ha mirado desde una sola perspectiva, volviéndose algo que se repite sin darle un sentido más profundo, olvidando lo desgastante que puede ser ocupar dos lugres o buscar reemplazar a otra persona.
Todos venimos de un padre y una madre, que pueden o no estar presentes, pero la imagen que hemos creado de ellos, tiene que ver con la forma en que percibimos la historia y el tipo de relación que se haya establecido, aunado a todo lo que precede nuestra llegada y el desarrollo en la vida, en donde tienen un papel muy importante las circunstancias y las decisiones.
Antes de la paternidad está una historia de pareja y muchas veces interviene y se mezcla en el campo de los hijos. Puede ser que la pareja no haya funcionado, que él haya decidió irse por la razón que sea, que ella no quisiera seguir. Historias hay demasiadas: amores ciegos, adioses que no se concretaron, el no poder amar al otro como esperaba, tener miedo para amar, tener historias pendientes, no poder confiar, vivir una lucha interna por asumir lo que es y lo que se busca.
Pero estas historias cargan a los hijos cuando no se saben manejar o resolver, creando expectativas y emociones que terminan por involucrarlos en un tema que no les corresponde. Una pareja puede sentirse herida, enojada, frustrada, pero debe resolverlo en ese plano. Lo que ocurre muchas veces es que se transfiere a los hijos e incluso se busca que adopten determinadas visiones, posturas, y terminan por golpearse con los hijos, y en el intento de querer “protegerlos” se termina por lastimarlos aún más, al negarles el derecho de relacionarse con el padre o la madre, ocultando algún beneficio o venganza personal. No estoy hablando de esas historias donde se requiere, por violencia o enfermedad, mantener alejados a los hijos, e incluso en esos casos, hay que resignificarles la historia y la vida para que no se convierta en una carga para ellos.
Hablar mal de la pareja o expareja, es también hablar mal de las decisiones que se tomaron, tanto de estar en pareja, como la de tener o no a un hijo. Se olvida que si los hijos vienen de, al menos dos personas, hablar mal de alguno de ellos es hablar mal en alguna medida del propio hijo, restringiéndole el derecho de mirar desde su propia perspectiva a ambos padres.
Si como pareja tienes algo que resolver, debes hacerte cargo, para que los hijos estén más libres y puedan ser sólo hijos, sin intentar ocupar el lugar de otros o tratar de resolver, sin los mejores resultados, algo que no les corresponde y se pueda convertir en un patrón que termine por afectar otros campos de vida.
Es muy importante tener presente que hay muchos tipos de padres, y dejar un tanto los estereotipos, porque cada uno hace lo pueden. Están los que no pudieron o no quisieron quedarse, pero que aportaron la vida, porque aunque haya sido decisión de la madre terminar por traerla, ambos contribuyeron en que se diera. Hay padres que se quedan y son amorosos. Hay padres que aman a los hijos de otros y pueden tenerlos y cuidarlos gracias a la ausencia del primero. Hay padres que migran, que están heridos, que hieren, que tiene más hijos, que son fríos, que son cercanos, que aman a otros hombres, que mantienen, que sostienen. Hay padres que dan el permiso para que llegue la vida. Hay implicaciones, amores y necesidades. También tiene sus historias, sus cargas, sus dones.
Pero siempre llegamos a un punto donde cada ser humano debe hacerse cargo de su historia, de trabajar aquello que duele y dejar de vivir culpando las ausencias, las heridas, los excesos, justificando las desgracias. Es muy importante revisar y trabajar la historia con los padres, para dejar de arrastrar excusas e historias. La Terapia Breve Estratégica y las Constelaciones Familiares pueden ser una gran herramienta que permita no sólo entender las dinámicas, sino también encontrar las soluciones.
Luis Miguel Tapia Bernal
Terapeuta en Constelaciones Familiares. Máster en Terapia Breve Estratégica. Autor de "Las intermitencias del amor".
Gracias Luis Miguel por dar luz en temas tan importantes , siempre es una delicia leer lo que escribes.
Gracias Magdalena por leer y comentar. Es un gusto siempre poder saludarte
Lindo mensaje! Espero poder superar el abandono de más de un padre en algún momento de la vida!
Saludos Ingrid. A veces es necesario trabajarlo a fondo, para dejar de cargar heridas y aprender a manejarlas, sanarlas y vivir de la manera que cada uno desea.
Gracias por leer y comentar
Me gustó leer este artículo , muy interesante .
Gracias por leerlo Graciela, es un tema muy importante y sobre el que hay mucho por decir y aprender.
Buen artículo! Gracias!
Y el abuso, tocamientos, como se hace para que ya no duela o de asco, o coraje al oir hablar bien de el cuando a esa persona que habla bien de el, le tenia miedo, y ahora lo extraña?????